En la actualidad es apremiante tener una adecuada formación ecológica. La vida y la calidad de ésta, actuales y del mañana, se encuentran en peligro inminente. Mientras el entorno físico se deteriora por la contaminación y abuso en la explotación de recursos naturales, se nota también el avance en el crecimiento y consolidación del mundo virtual. Parece que cambiáramos un mundo natural por un mundo sobrenatural, derivado de la tecnología informática, la telemática, la electrónica. Cada día aumenta la necesidad de hacer uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, hay que estar conectados al mundo virtual.
Como educadores observamos una oportunidad pedagógica en el mundo virtual, oportunidad para sensibilizar y educar un espíritu ecológico, espíritu que nos permita tomar conciencia de nuestro entorno natural. La cibercultura ha de enriquecerse con los elementos de lo ecológico y permitirnos una mayor y mejor educación ambiental. Es necesario que Gaia navegue en el mundo virtual y extienda sus amorosos brazos para rescatarnos.
